Negociación y, por tanto, liquidez, en mínimos del año. Un buen número de órdenes de venta automáticas de protección (stops) de beneficios o para limitar pérdidas. Inversores asiáticos que llegan con desfase horario, tarde, a las noticias del viernes. Y un gobernador de la Fed que pone palabras al sentir del ambiente durante el fin de semana.

Resultado: flash crash (como una mini infarto) de los futuros que cotizan sobre el oro y la plata recién abierto el mercado, madrugada en Europa, tarde-noche en Norteamérica, primera hora en Oriente.

Los futuros que cotizan sobre ambos metales llegaron a hundirse en el arranque de la semana un 4,11 y un 7,01%, respectivamente, como respuesta y aviso al riesgo del tapering (retirada de estímulos y subida de los tipos de interés oficiales) que se presume que acelerará la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos a partir de Jackson Hole (encuentro sobre política monetaria entre el 26 y el 28 de agosto) tras el buen dato de empleo de julio publicado el pasado viernes y a la espera de que la inflación siga saliendo en máximos de 2008 esta misma semana.

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